Al momento de comprar un purificador, se agenda en un horario y fecha para que un instalador capacitado vaya hasta el domicilio a evaluar y mostrar los productos que ofrecemos.
Se instala el purificador y se hace un contrato donde vienen los datos de la persona y sus fechas de abonos o método de pago.
Después de la compra, un equipo de mantenimiento se dará la tarea de recordar cada año que ya se venció el plazo del purificador y es tiempo de hacer el cambio de los repuestos correspondientes.
El consumidor puede controlar los mantenimientos y los cambios de los repuestos, dándole así una mayor seguridad en el agua purificada. Con un garrafón tiene que confiar en que el negocio haga sus mantenimientos adecuados en su planta purificadora.
Con los sistemas de filtración, puedes llevar el agua purificada a todos lados, mientras la ciudad tenga acceso a agua. Con el garrafón tendría que cargar muchos litros y cuando se acabe, seria esperar a rellenarlo en algún lugar que este abierto o que pase la camioneta de los garrafones.
El ahorro de dinero que se puede generar al tener un purificador es mas grande que el de un garrafón, sin contar que es mas practico y no ocupa un vehículo o cargar un garrafón para traerlo.
Los filtros para el agua no almacenan el agua en botes de plástico y no se pasean en el sol de algún automóvil para su transporte, este viene directamente del grifo y puede ayudar a prevenir algún riesgo de salud por el mal lavado de los garrafones o la exposición al sol.
Los filtros para el agua pueden luchar contra la generación de tanto plástico contaminante en el medio ambiente, así como las botellas o garrafones de plastico. Aparte de que se sabe que estos envases son capaces de contaminar el agua de su interior.
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